agosto 01, 2007

Para los padres

Me llego esto como correo cadena, se me hizo interesante lo que dice, lastima que sea un autor anonimo... Esta un poco largo pero vale la pena.


la transcribo tal cual:

FRENTE COMUN...vale la pena....Tenemos que iniciar y tomar medidas.
Esto esta sucediendo en Monterrey, y estaría bien que también en todas las
demás ciudades .............espero sirva de reflexión. La sección Vida! nos
informó hace algún tiempo que algunos padres de familia de colegios privados
de San Pedro integraron un frente común para ver cómo pueden cambiar las
conductas antisociales de sus hijos. Varios representantes de los colegios
American School Foundation of Monterrey, Colegio Inglés, CECVAC, Himalaya,
Irlandés, Instituto Anglia, Instituto San Roberto, Instituto Franco
Mexicano, Liceo de Monterrey y el Colegio Alfonsino se reunieron en un
domicilio particular para estudiar cómo pueden mejorar las cosas.
Los padres están preocupados por el consumo de alcohol y drogas, por las
muestras de violencia, y prepotencia de sus hijos, el acoso escolar, los
horarios y los diversos excesos, entre ellos el sexual. Algunos dijeron
cosas sensatas, como que sus hijos están pidiendo límites a gritos, que los
antros les están ganando la batalla y que también, se debe formar a los
padres. Es obvio que no son los niños y los jóvenes los únicos responsables
de su comportamiento; si los adultos a su alrededor no los corrigen desde
pequeños y no los acompañan en su crecimiento, los chavos no adivinan qué se
espera de ellos.
Ojala esta asociación funcione, pero un cambio de comportamiento es difícil
de lograr y para conseguir que los hijos vuelvan "a tener valores y dejen de
ser consumistas", los padres podrían, entre otras cosas: Dejar de competir
entre sí por el tamaño de la casa, los decoradores, los viajes, los autos de
lujo, la ropa y los accesorios de diseñador. Comprar a sus hijos no sólo
ropa y zapatos de marca. Explicarles que usarlos no los hace mejores que
quienes no pueden pagarlos. Darles carro sólo hasta su mayoría de edad y
nunca darles uno de lujo. Nunca decir a sus hijos que ustedes pagan a los
maestros y que éstos no los deben regañar ni exigir y ¡menos! castigar o
reprobar.
Dejar de fomentar la rivalidad con otros colegios o grupos. Nunca llevarlos
a las áreas de los centros comerciales en donde se reúnen para
diferenciarse. Dejar de repetir que quien vive en San Pedro es mejor que
quien vive fuera de San Pedro. Relacionarlos con niños de otros colegios y
de otras colonias. No comprarles todo lo que pidan. Su consumismo los lleva
a tener todo en exceso. Si son menores de edad, estar al tanto de lo que ven
y hacen en la computadora. Tener una sola estancia para la tele en la casa,
y así convivir y enseñarles a tolerar, aceptar y a negociar tranquilamente
con el resto de la familia, al convivir evitan que cada quien se aísle en
su recamara. Enseñarles que al personal de servicio doméstico y a los
dependientes que los atiendan en gasolineras, restaurantes y demás sitios
públicos son también personas y no maquinas como las tan de moda que te
despachan el café, los cigarros y las cocas, que los traten educadamente y
no con prepotencia, no como esclavos que deben hacer lo que a ellos se les
antoje.
Y a ustedes papas dejen de hacer ostentación de su riqueza en los bautizos,
primeras comuniones, confirmaciones y bodas, y ahora los famosos cumpleaños
sorpresa; eso enseña sus hijos a fijarse en el lujo y las apariencias
mientras pierden el significado de la celebración. Procurar que toda la
familia se reúna a comer y a convivir aunque sea una vez al día (desayuno,
comida o cena).
Enseñarles que a la iglesia se va a dar gracias, a reflexionar y tratar de
entender el Evangelio, no a lucirse ni a viborear. Enseñarles que no todos
los problemas se resuelven con dinero y palancas. Si ya tienen edad,
discutir con ellos, honestamente, su sexualidad (aunque les cueste trabajo).
Educarlos para que no sean jueces implacables. Juzgan con excesiva
facilidad, como si sus puntos de vista o sus creencias fueran las únicas
válidas. Enseñarles que hay otras formas de vida, de ser, de creer y de
actuar y que la suya es sólo una entre muchas, no la única. Entre las
señoras existe mucha competencial, se da por grupos, ellas compiten con los
autos, siempre quieren traer el mejor, y a lo que a sus atuendos se
refiere, es ver quien compra en el extranjero, quien trae la ropa de marca
no importando lo que esta cueste, señoras hagan conciencia, acaso no se
sienten incomodas de pensar que una falda que les cuesta miles de pesos,
seria la vida de una familia humilde durante una semana?. Fomentar las
reuniones de sus hijos en casas particulares en vez de antros y estar
pendientes de cómo se comportan.
¿Quieren que sus hijos recuperen los valores?
Fortalézcanlos para, llegado el momento, no teman separarse del montón y
asuman la responsabilidad de todos sus actos. En San Pedro hay algunos
ejemplos maravillosos de padres y jóvenes, ellos y ellas, muy ricos y muy
educados. Son modestos, sencillos, respetuosos y solidarios. Ustedes no sean
de los muchos padres que sienten la necesidad de demostrar su dinero, su mal
gusto y su prepotencia. Y ya verán que de ahí lo aprenden los hijos.
Busquen grupos de amigos para que hagan planes y consigan formar a sus hijos
como ustedes fueron formados, no lo dejen en el olvido, esta generación de
muchachos esta para preocupar, vale la pena intentarlo.
Anónimo.